Rockean pecadores

Moderatto llevó a sus fans por un viaje de rock and roll, en el que no faltaron las motocicletas, las chamarras de cuero, bailarinas de tubo, fuego, guitarrazos y baterías voladoras.

La cita en el Auditorio Nacional era a las 18:00 horas del domingo, sin embargo, la agrupación mexicana salió a las 19:10 horas, luego de que minutos antes la banda argentina Tan Biónica diera la bienvenida a los 9 mil asistentes, cifra según organizadores.

«Autos, Moda y Rock and Roll» fue el tema con el que se abrió el espectáculo.

«Malditos pecadores, bienvenidos, les prometemos que va a ser la mejor noche de nuestras vidas, Auditorio Nacional», expresó Bryan Amadeus, el vocalista y líder del grupo, antes de interpretar la canción que hiciera explotar el recinto: «Que No Quede Huella».

El concepto del concierto emuló al título de su más reciente disco Malditos Pecadores, con una escenografía con murales basados en su Libro Vaquero, bocinas por toda la plataforma, fuego y luces.

No obstante, los atuendos de los integrantes parodiaban al de los músicos de bandas regionales, con flecos en las camisas y pantalones estampados.

«Buenas noches, Auditorio Nacional, qué emoción estar por novena vez aquí, es increíble contar con amigos con los que tenemos y fanáticos como los que están aquí», sostuvo el vocalista, quien cambió de atuendo un par de veces, mientras que el resto de sus compañeros mostraron expresiones de agradecimiento a sus seguidores, en su mayoría, niños acompañados de sus padres, maquillados y vestidos como sus ídolos.

De hecho, antes del show, se instaló en el lobby del recinto un set de maquillaje, al que cualquier fan podía acudir para ser caracterizado.

Los temas que encendieron el ánimo del público fueron «Sentimettal», «Muriendo Lento» y «No Podrás».

«Sabrán que siempre digo que mis favoritos son los de arriba», expresó el vocalista para animar a quienes estaban más alejados del escenario.

Amadeus, cuyo verdadero nombre es Jay de la Cueva, demostró sus dotes de músico al tocar un piano, un keytar, y realizar varios solos de guitarra, mientras sus compañeros lo contemplaban.

Otro momento clave fue cuando la plataforma sobre la que se colocó Elohim Corona y su batería se elevó, literalmente, a lo más alto del inmueble, este acto generó la euforia de los más pequeños.

Fuente: reforma.com